Conoce a Kevin y Toto.…
la banda azul unipersonal femenina del Chelsea. Un personaje descomunal para quien el día del partido es un evento que dura todo el día, comenzando con su propia rutina y rituales y terminando solo cuando sus amados Blues tienen todo el apoyo que merecen.
En 1997, cuando el Borussia Dortmund levantó su primer título de la Champions League de la UEFA, Toto y Kevin recuerdan la emoción que sintieron en ese momento, pero también el aislamiento.
Siempre se habían jactado ante sus compañeros de escuela de este poderoso club amarillo y negro de Alemania, pero nadie los apoyó, ni siquiera podían nombrar a un solo jugador. Para ellos, “regresar a Alemania se convirtió en una especie de país de las maravillas, donde estábamos lejos de la escuela, lejos del caos de la ciudad y, lo más importante, en un lugar donde todos compartíamos nuestra pasión”. Es esta nostalgia por un sentimiento de conexión y comunidad, que simplemente no existía en casa.
A lo largo de los años, acumularían una colección de recuerdos, fanzines y recortes de periódicos del Borussia Dortmund enviados por su familia, donde Toto en particular cultivaría su pasión y conocimiento en torno al club.
“Cuando era niño era como si nadie en México pudiera tener ningún artículo del Borussia Dortmund excepto yo. Recorrería los mercadillos y las tiendas del país para encontrar cualquier cosa del Borussia Dortmund y lo atesoraría todo para mí. Se convirtió en una obsesión”.
Al final algo cambió cuando hace 20 años, tras recibir una sanción oficial del Borussia Dortmund, Kevin y Toto lograron fundar un club de fans en su ciudad natal. Inicialmente empezó con algunos amigos viendo partidos, pero con el tiempo, también gracias al apoyo del club, crearon una casa club y una escuela de fútbol.
“Ver la Champions League en México no es tan fácil porque es en plena jornada laboral, pero últimamente estamos llegando alrededor de 200 personas, aunque sea solo para ver media hora o unos minutos'.
Entre el hermoso follaje de la Ciudad de México, las banderas del Borussia Dortmund y las bufandas que cuelgan de cada rincón del complejo, el espacio que Kevin y Toto han curado es increíble. Kevin, un biólogo, ha utilizado la escuela de fútbol para enseñar a la comunidad sobre sostenibilidad y ambientalismo, e incluso ha creado un invernadero para enseñar a las familias que se unen a su comunidad sobre la conservación del agua. “Vemos al Borussia Dortmund, no sólo como una pasión, sino como una forma de vida, seguir al Borussia no se trata sólo de alentar a los Amarillos y Negros, sino de abrazar los valores del equipo, sin importar lo lejos que estés del Estadio Signal Iduna”.
Kevin y Toto son la demostración de cómo un club de fútbol puede inspirar algo más que un simple sentido de pertenencia, sino también cómo puede convertirse en una herramienta para mejorar la propia comunidad y, al hacerlo, encontrar su espacio dentro de ella. El fans club del Borussia Dortmund de la Ciudad de México, no es una fanclub más, sino una familia, que a lo largo de los años, no solo ha construido su propio muro amarillo, sino también una comunidad que refleja sus valores.